viernes, 26 de octubre de 2007

Cuando la lluvia llega...

En ese entonces, cuando la lluvia empapa tus ojos impidiendo que notes mi calor, es cuando me siento realmente desesperado; porque pareces alejarte de mí con cada gota de sal. Todo se vuelve extraño y las cosas de deforman para volver a formarse creando partes de nuevas figuras, y acude el miedo pues se torna imposible el saber si serán sueños o pesadillas en cada ocasión… pero la lluvia no augura nada bueno.
Si fuesen sueños vendrían acompañados de calor; de luz y no de lluvia u oscuridad, al menos así es en la mayoría de los casos; aunque nunca hay dos dias o dos noches iguales, y siempre nos queda la fortuna o el azar que nos prometen una dicha.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que frío da y que sensación de soledad. Me gusta mucho cómo defines el cuerpo con esas sencillas manchas de color. Por cierto, también estoy notando últimamente que lo de los poemas no se te dan nada mal (aunque la poseía no es de las cosas que más me gusten en esta vida ;)

Guiller

Anónimo dijo...

JAJAJA!!muchas gracias Guille, te etás ganando el titulo de fan nº1
Besazos!!