El pigmento derramado en el cartón marrón fue contorneando una silueta misteriosa, y la magia le dio vida a un nuevo ser en medio de los mil recuadros de color que conforman cada dia.
Un ser líquido, sinuoso, transparente a la vez que sólido que permite ver el fondo pero sin notar el trasfondo pues sólo deja espacio a la intuición. Y parece ser que se trata de un ser itinerante porque lleva su embalaje a cuestas con la identificación de un viaje de avión… ¿revelándonos un vínculo de unión?; un vivir a caballo entre uno y otro; o en los dos a la vez; o en ninguno de ellos porque se complica la vida estando en dos estaciones.
Así, se va conformando la imagen bordada en la colcha de retazos de color, imágenes vívidas que se funden y se confunden dando vida al sueño, ensueños encadenados con pigmento que intentan contar una historia; la que cada uno quiera escuchar, la que cada cual decida.
